sábado, 18 de abril de 2015

Axolote (Ambystoma mexicanum), alimentación y primeros cuidados en el acuario.

Axolotes: respecto al nombre y al requerimiento de temperatura del agua.


Primero aclararé que el nombre de este anfibio se puede escribir “axolote” o “ajolote”, pero siempre se debe pronunciar con jota. Es de agua fría, debe mantenerse alrededor de los 18º. Eso significa que puede vivir en el interior de los hogares, con el clima de nuestro país, sin problemas. No puede estar en el exterior, porque lo dañan las temperaturas extremas, principalmente el calor del verano. Además, al aire libre, corre el riesgo de recibir mucha luz y no le gusta.


Dimensiones para el hábitat.


En los acuarios -y Multiconceptos no es la excepción- se lo encuentra disponibles en su primera edad. Entonces, con su cuerpo juvenil menudo (3-10 cm), se adapta a cualquier pecera. Al comprarlo, no debemos perder de vista que crece pronto, pudiendo alcanzar hasta 25 o 30 cm. Entonces, necesita espacio amplio. Escuché que hablan de cien litros por animal. En esto hay tantas opiniones como criadores. En lo personal me inclino por menos litros por axolote adulto. En cambio, es preferible que la pecera sea de forma achaparrada, para permitirle más movimiento. Tal vez con formato de terrario o acuaterrario, y no con las clásicas proporciones de una pecera. Con largo y ancho adecuados, 50 o 60 litros pueden ser suficientes para uno color salvaje y algo menos para los rosados (alcanzan menor porte). Y para dos, estaría bien con 80 o 90 litros No necesitan tener un espacio alto, sino largo (55-60cm) y ancho (30-35 cm). De altura podría bastar con unos 25-30 cm, dependiendo su futuro tamaño de la talla de sus progenitores. De aquí que es importante la aproximación a su tamaño adulto, que nos dé su criador.


El piso del acuario.


El piso de su hábitat no puede tener piedras del tamaño que puedan ingerir al comer, menos aún si tienen bordes cortantes. Yo elegiría para ellos, al menos en la parte superior, arena. Si queremos un fondo más oscuro, optaremos por canto rodado de granulometría chica. Si queremos sumar piedras, que sean grandes y de bordes redondeados: aunque es un excelente cazador no tiene buena vista, por lo que se lastimaría la piel contra rocas con vértices. Las plantas naturales, las que sean, son importantes para el mantenimiento del agua. Puedes adicionar objetos decorativos, cumpliendo lo antedicho y si las dimensiones del acuario no están calculadas al mínimo. Tanto rocas, como plantas o adornos, deben agruparse en el centro del contenedor, para que no las cheque ya que nada usando el límite de la pecera (los vidrios) como referencia. No son convenientes ni troncos ni raíces, resultan ásperos para su delicada piel.


Condiciones del agua.


El agua, tal cual la suministra OSE en Montevideo, es buena para ellos. Debe tener anticloro, sin que se le ponga directamente sino que primero se mezcla con una parte de su propia agua. Es un animal fuerte y sano por naturaleza, pero en caso de enfermar se complica: no resiste los productos químicos.
Siempre necesitará medios de filtrado. Es sencillo cuidarlo si el agua de filtra en forma debida y se le cambia un tercio cada semana (No gusta de los cambios totales). Así, siempre estará sano. Los axolotes tienen deposiciones de volumen considerable, lo que no permite que abandonemos su higiene. Como la mayoría de los animales mexicanos que conozco, se daña con agua ácida. Por eso, no se deben acumular vegetales rotos en el fondo. Si piensas iluminar el acuario, deja un cuarto de la superficie sombreada, utilizando plantas naturales flotantes o hasta un nenúfar artificial. Estamos hablando de iluminar por estética; el axolote no precisa iluminación directa.


La alimentación.



En cuanto a los alimentos, es carnívoro. Acepta todo tipo de peleteados y hasta pastillas de perro aplastadas, siendo preferibles los alimentos de alto contenido proteico. Si le pones peces pequeños, él come a su gusto, cazando cuando le viene el apetito; además, la necesidad de procurarse el alimento lo obliga a la actividad, y éso lo beneficia. Gusta de lombrices de tierra y de tubifex, pero debes enseñarles a que lo coman de tu mano, para que no se pierdan entre las piedras. El darles en la boca, facilita que le suministres tiritas de corazón u otra carne magra cortada fina, sin que se malogre el agua. Alguna vez tomará, por equivocación, tu dedo… ¡no te asustes!… el asustado será él, al sentir tu temperatura, y lo soltará rapidísimo; además, no tiene dientes para morderte. Otro aspecto interesante de darles de comer de esta forma, es que te orienta en cuánto espaciar las comidas: si al ver tu figura sube y asoma la boca, ¡tiene hambre! Para comenzar con este aprendizaje, puedes probar poniendo la comida apenas sumergida en el agua, y sacudirla levemente, tal vez imitando el nado de un pez (hazlo lentamente); de a poco, aprenderá a acudir, asociando el movimiento del agua con su comida.
De pequeños comen una vez por día. Luego, juveniles, una vez cada dos días. Y de adulto se espacia un día más. No es conveniente que pasen hambre, porque procederán a intentar ingerir las patas de sus compañeros. Es cierto que regeneran sus miembros, pero no es lindo verlos con carencias físicas que nosotros mismos provoquemos, con descuidos.


Al comprar nuestros axolotes.


Cada año, los criadores ponen a la venta ejemplares en el invierno. Lo ideal es comprar de una vez todos los que deseemos tener juntos. Para que de esta forma, todos vayan creciendo en forma similar.
Si primero compramos uno o dos, y luego queremos más al año siguiente, nos vamos a encontrar con que es difícil conseguir ejemplares grandes de estos animales.


El tema sobre axolotes ahora continúa en la PARTE 2.


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y nos reencontraremos pronto!



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