jueves, 19 de febrero de 2015

Acuario y biodiversidad: plantas. Parte 1.

En principio lo más fácil: plantas naturales.


Las plantas son seres vivos que pueden fabricar su propio alimento mediante la fotosíntesis. No requieren comerse a otros (vegetales o animales). Están dentro de lo que se denomina organismos productores y se ubican en la base de cualquier cadena alimentaria.

Cuando las plantas crecen vigorosas, no importa de qué variedad sean, siempre mejoran la estética del acuario.



Desde el punto de vista ornamental
una pecera sin plantas es como un cuerpo sin alma.
Aunque nuestra pretensión sea hacer del plantado algo suntuoso y exótico, aconsejo comenzar -al menos en un sector- con elodeas y cabombas. Son resistentes y no demandan atenciones especiales. La elodea es la mejor de ambas, desde mi punto de vista. Pero la variedad y la mezcla es de buena estética. Con ellas nos aseguramos mejorar el agua rápidamente, ya que siempre van a marchar bien. 

Luego dedicamos otra parte del espacio a las difíciles. Con ellas debemos ir más despacio. Incrementándolas a medida de que se vaya completando el ciclado del agua. No siempre se dan bien desde el principio. Pueden ser necesarios repetidos intentos. Necesitan de determinados aditivos y mejoradores, casi todos comerciales, que nombraremos oportunamente. O simplemente te los recomiendan en cualquier comercio de acuarismo.



2010 - Pecera en salón de ventas de Multiconceptos.
La decoración artificial logra excelentes resultados visuales.
Es ideal para los que tienen menos tiempo para invertir en
el hobby. Cualquier opción es aceptable, respetable y
hermosa, en tanto empleemos lo mejor de nuestro talento
en su reliazación.
Entonces, tendremos por un lado a las elodeas o cabombas y por el otro las que estamos intentando desarrollar. Y hay alguna otra que se puede mezclar con las mencionadas, como vallisnerias o echinodorus. Lo ideal es colocar unas del lado derecho del acuario y a las otras del lado izquierdo, por ejemplo. Por necesidad de los cultivares y por la altura de los mismos, las elodeas y acompañantes se pueden colocar más juntas y más hacia el fondo. Mientras que a las otras las debemos dejar más separadas entre sí; como crecen menos en altura y a diferente ritmo, mejor es distribuirlas del medio hacia el fondo, tomando en cuenta qué tanto aumentarán su talla.

Cuando las especies más finas estén prosperando con firmeza, podemos ir limitando -con podas sistemáticas- a las que pusimos primero. Incluso podemos erradicarlas totalmente, si nuestro sentido del gusto o nuestro proyecto de acuario, lo hace necesario. 

El tema no termina aquí. ¡Si habrá para agregar! 

Pero será en una próxima entrega, en la que espero que también te hagas presente para acompañarme. 

Hasta pronto...

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