martes, 7 de abril de 2015

Poecilia reticulata. Parte 4. Acuario de cría.

Lebistes. Historiando el desarrollo del tema en este blog:


Domingo 29 de marzo de 2015 - Un enfoque diferente hacia la calidad.

Lunes 30 de marzo de 2015 - Abordaje de la crianza según la finalidad.

Sábado 4 de abril de 2015 - Cómo ubicar un plantel inicial.



Opciones y elecciones.

En la publicación primera de lebistes, te hice referencia a que lo usual era encontrar peces obtenidos un poco al azar, a muy bajo precio.
Esos no son los indicados para que comiences, si deseas desarrollar animales con estampa.
Si bien es cierto que podríamos llegar a buen fin, mediante cruzamientos adecuados y buena selección, sería una tarea larga.

Luego, te planteo tres opciones posibles, que son las que suelo recomendar:
Lebistes bien criados, lebistes de selección y lebistes de buena genética. De entre éstas, las dos últimas son las mejores opciones, desde mi punto de vista.



Comprando lebistes de buena genética.


Este es el paso más fácil de dar, pero también el más honeroso. 
Nos obligará, casi siempre, a comenzar con un solo casal.

Lo bueno es que los hijos de ese casal serán excelentes como sus padres. El éxito, conociendo las técnicas de la crianza, está garantizado.

Este casal, aunque no viene con certificado escrito ni inscripto, como en perros, caballos, etc., podríamos decir que tiene pedigrí. 
O sea, los animales vienen manteniendo las mismas características por varias generaciones. 

Con este comienzo debemos asegurar al máximo el bienestar de ambos integrantes de la pareja. No nos podemos arriesgar a perder prematuramente a uno de los padres, o se nos desacomoda el proyecto.



Cómo comenzar la crianza a partir de un casal de buena genética.


Lo ideal es armar dos peceras iguales, de al menos 40 litros cada una. 
Dejar todo el entorno desprovisto de adornos, sustratos, plantas, etc. Solamente el recipiente, el agua, el calefactor, el termómetro y un filtro muy suave (para que luego no absorba a los alevines). En este caso, lo mejor es elegir un filtro de esponja; pero yo uso filtros tipo box (o esquina, tambor, etc.) y los recubro con una fina capa de guata siliconada, muy bien atada con hilos. Lo uso así, porque, generalmente, es más fácil de encontrar en Uruguay (los filtros esponja están en el mercado solamente por temporadas breves).

Tenemos a los acuarios funcionando en exactamente la misma forma, y estables, al menos tres días antes de que nos lleguen los nuevos reproductores. 

El ciclado puede realizarse, pero en este caso no es estrictamente necesario, por lo que pasaré el tema por alto.



Lebistes cuerpo blanco nácar.
Pecera 24 del salón de Multiconceptos.

La llegada del casal elegido.


Comenzamos poniendo la bolsa a flotar en la nueva pecera, por veinte minutos. A continuación aclimatarlos, de a poco, como es usual hacer con todos los peces. Entonces, abrir totalmente la bolsa y aguardar a que ellos salgan nadando por sus propios medios.

Luego de soltarlos, es recomendable agregar al agua azul de metileno en dosis preventiva.
Quiero aclarar que soy contraria al uso, sin razón, de este producto.
Lo recomiendo sólo en esta instancia inicial, porque el lebistes adulto, al ser cambiado de agua, puede presentar rápidamente plegamiento de aletas. Incluso, causado únicamente por el estrés del traslado y del cambio.
El azul de metileno nos evita ese inconveniente.

Debemos aplicar un medicamento comercial a base de esta tinta, en las dosis que recomiende el envase, como preventiva. Y llegando a este punto, prefiero siempre las marcas Sera o Tetra. Pero cuidado, que no traiga una docena de químicos más, además del metileno, ya que no sería recomendable. Pregúntale bien al comerciante de tu confianza cómo dar este paso con el medicamento más adecuaro.

Si no te ofrecen una opción liviana, puedes comprar un frasco de azul de metileno al 10 %, y agregarle a la pecera, a razón de 1 gota por litro de agua existente. 

El uso preventivo es únicamente por esta vez. Después, su uso será limitado a casos de enfermedades, únicamente.




Macho juvenil cuerpo blanco nácar.

Primeros días del nuevo casal en nuestro hogar.


Estos primeros días sirven para que se tranquilicen un poco y el macho entre en celo. Eso no es problemático. Los machos lebistes, vigorosos y activos, entran en celo aproximadamente un día de cada tres.

Sea virgen la hembra o no, tenemos que asegurarnos de ver que copule con ella en sus dos primeros celos. Una vez que tengamos la certeza de que así sucedió (dura una fracción de segundo), lo retiramos a la pecera de junto.

Si teníamos una hembra vírgen, a los 28 días o algunos más, estará pariendo crías de nuestro macho.
Si pare antes, es probable que no fuera virgen.

Ante la opción de la fecha de parición de la hembra, hay que hacer una aclaración:
Los alevines que no correspondan a nuestro macho, deben mantenerse y criarse aparte del resto. Por más genéticamente estable que ella sea, pudo haberla alcanzado otro macho. No hay certeza respecto a qué tipo de compañeros tuvo antes de llegar a nosotros.
Se deben reservar, porque nos pueden resultar útiles para cruzamientos, si tuviéramos la pérdida de uno de los integrantes del casal. Pero a éso lo trataremos en otro texto.

Si pare de otro macho, la segunda parición será del nuestro inequívocamente.
No necesitamos ponerlo nuevamente en el acuario con ella. Está en la naturaleza de la hembra preveer la posible falta de machos, por lo que mantendrá los espermatóforos almacenados, y los usará para seguir gestando. Se ha comprobado que usa los del donador más reciente, así que las futuras camadas serán del reproductor que le compramos.


Lebistes de gran porte, cuerpo entero verde tornadolado.
En venta en Acuario MULTICONCEPTOS en el año 2012.

¿Por qué dejar el macho en otra pecera?


El macho, al entrar en celo en forma tan frecuente, la asedia demasiado. 
Recordemos que dispusimos para ella una pecera vacía: no tendrá donde esconderse.
Los machos pueden llegar a ser tan abrumadores, que las hembras terminan no comiendo y debilitándose. No queremos que éso suceda.
Al no contar con tres hembras para que él se distraiga y las atenciones resulten repartidas, debe ser colocado aparte.

Con el macho en otra pecera, ella estará tranquila y alimentándose bien.



El retorno del macho.


Luego de tres o cuatro pariciones, debe volver el macho a la pecera. 
Si no lo volviéramos, ella podría terminar su etapa reproductiva, vaciándose para luego morir.
Entonces, lo retornamos por una semana aproximadamente, para volver a retirarlo luego a la pecera de junto. Y así sucesivamente.


La primera camada de nuestro casal.


De principio, los alevines deben ser colocados en una pecera para ellos solos. Recibir alimentación cada dos horas (explicaremos al detalle en otro post) y contar con cambios parciales de agua cada semana.

Cuando nace la camada siguiente debe ir a una cuarta pecera. Y comenzar a recibir los mismos cuidados que la anterior. 

Las diferentes camadas de la hembra no deben juntarse.

De mientras, los animales de la primera camada deben ser separados en dos peceras, tomando la precaución de poner en una a los machos y en otra a las hembras.

Con lo explicado hasta aquí, tienes la idea de cómo comenzar a dar los primeros pasos por un plantel de buena estirpe.

Hay más detalles, que te los explicaré en próximas entradas. Deseo ayudarte a que seas capaz de obtener en tu hogar, los lebistes más hermosos.

Gracias por tu tiempo.
Nos reencontraremos en breve.

Este tema continúa en:
Parte 5 - Y ahora... ¿cómo seguimos?


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