sábado, 9 de mayo de 2015

Poecilia reticulata, Parte 6. Los nuevos lebistes, su selección.

Lebistes, fáciles pero difíciles.

Sobre Lebistes o Guppy hemos publicado previamente:

Parte 1 - Un enfoque diferente hacia la calidad.

Parte 2 - Abordaje a la crianza según la finalidad.
Parte 3 - Cómo ubicar un plantel inicial.
Parte 4 - Acuario de cría.
Parte 5 - Y ahora... ¿cómo seguimos?




Los nuevos lebistes, su selección.




Lebistes rojos hoy, en acuario Multiconceptos,
salón de atención al público.


Si hemos seguido todo a la perfección, hasta aquí, tenemos al menos dos peceras con crías, de diferentes pariciones.

Y estamos comprendiendo que nuestros bellos animales desbordan nuestros litros de agua disponibles.

Solucionamos todo comprando más peceras y más grandes. 

De recién nacidos podían estar en una pecera de 60 litros (o 40 litros). Pero para dar desarrollo y crecimiento a los alevines, se necesita espacio. No se desarrollan bien si están apretados. 

Si podemos seguir agregando más peceras, no hace falta explicar nada.



¿Y si ya no podemos ocupar más espacio?


Entonces, debemos hacer separaciones. 

Los machos de cada tanda se separan en dos grupos:

a - un grupo de pocos machos (entre 2 y 5) que pueden llegar a ser reproductores futuros. 

b - el resto de los machos (de 20 a 40), que se harán crecer para regalo, o mejor para venta.

El primer grupo (a) puede criarse en una pecera de 60 litros. Se desarrollarán bien con todo ese espacio. Y en todo ese espacio, se les podrá ofrecer con poco movimiento de agua, bastante oxígeno. 
El acuario estará más limpio. 
Les podemos suministrar mejor alimento, incluyendo continuar con nauplios de artemia salina, que hasta de adultos la consumen bien. Después de todo, siempre la estamos preparando para las nuevas crías, por lo que estará disponible.

El segundo grupo (b) lo criamos todo junto, intentando bajar el costo. De ser necesario, llegado el momento adecuado, también se podría juntar con el grupo de machos "b" de la segunda parición de la hembra. Los machos "a" de cada parición se crían por separado.

Con las hembras hacemos lo mismo, salvo que guardamos una mayor cantidad de reproductoras. Ideal serían de 7 a 12 hembras por tanda. Y no juntamos la primera tanda con la segunda tanda, ya que debemos estar seguros de sus edades, para lo cual llevaremos riguroso control de sus fechas de nacimiento.



Elección de futuros reproductores.
Tres hermosos ejemplares, pero...
Los dos machos de la derecha tienen fuertes pedúnculos caudales.
El de la izquierda, es más débil y frágil de esqueleto,
y también es menor su pedúnculo caudal.


Criterio para elegir tempranamente a los reproductores.


Los lebistes, a pesar de su buena genética, van a tener la característica de desarrollarse a ritmo diferente unos de otros. 
Es aquí cuando debemos reconocer los mejores prospectos, de entre toda la tanda.



Muy importante: elegir los mejores machos.


Cuando la aleta dorsal del  macho está desarrollada y cae hacia uno de los lados del cuerpo, significa que ese animal está en el punto máximo de su crecimiento. Su tamaño ya no aumentará.

Cuando observamos el grupo de machos juveniles llegando a 1 cm de largo de cuerpo, veremos que unos ya comienzan a colorear. A esos debemos apartarlos, para criarlos para la venta.

Veremos que otros comienzan a desarrollar tempranamente la aleta caudal. A ésos también los vamos apartartando.

Nos vamos quedando con los que están retrasados en coloración y atributos. Estos que vamos guardando tienen el mismo o casi el mismo tamaño de cuerpo que los que separamos, pero no presentan signos de maduración sexual de tipo alguno.
Ya que finalmente éstos, serán mejor que los de desarrollo precoz.
Generalmente, éstos que se van a convertir en los mejores machos, muestran un cuerpo robusto. Es común que el cuerpo tenga pocas formas. Incluso, podría ser que el tamaño de su cuerpo difiriera en más o en menos, con el tamaño de los que van mostrando colores o extensión de aletas.
Si alguno de los que conservamos, se mantuviera sin que su cuerpo creciera, también lo descartaríamos. Aunque ésto sucede muy rara vez.


Cuando finalmente nos estemos quedando únicamente con 10 o 12 machos, los más atrasados, comenzaremos a fijarnos en otros aspectos.
Todo su cuerpo debe ser ancho, mostrar fortaleza en él.
Otro ítem no menos importante, es que el pedúnculo caudal sea también ancho. De nada nos sirve obtener ejemplares de colas espectaculares, si esas colas resultan demasiado pesadas para ellos y le arquean el cuerpo.

Esos 10 o 12 retrasados en color y aletas, seguirán creciendo y superarán bastante en cuerpo, a los que separamos, a los prematuros.

Una vez que tenemos los animales de excelentes cuerpos, entonces sí, nos quedaremos a esperar cuál  o cuáles de ellos tendrán los mejores colores y las mejores aletas.

¡Y vaya que nos maravillaremos con lo que, finalmente, obtendremos!



Solamente agregar unos pocos puntos:


* Recuerda que los nauplios de artemia salina mueren a los 3 o 5 días de nacer, de inanición. Pero si los alimentas con agua verde, pueden continuar su desarrollo hasta llegar, a veces, a 4 o 5 mm, con lo que puedes aprovechar los que sobran para alimentar a Lebistes de más edad.


* Debes prestar atención en sus primeros días de vida, cuando los alimentas con polen de abeja. El polen debe mantenerse congelado y descongelar por partes. Natural de los apiarios, puro, como lo obtenemos en Uruguay, es un producto excelente pero altamente perecedero.

* Si al colorear tus machos grandes reservados, alguno presenta falta de color en parte de la aleta caudal, debe ser descartado como reproductor, o fijaremos esa ausencia en toda la descendencia.

Y aquí termino por hoy.
Queda mucho pendiente, será para otra oportunidad, seguramente pronto.

Gracias por acompañarme.

Hasta pronto.


Y si tu gustó y deseas que le dé pronto continuidad al tema, recuerda dar Google+ y/o compartir en una red social.




Recuerda que para ver los temas ya publicados, ordenados por grupos, puedes acceder a nuestro SUMARIO.