miércoles, 22 de abril de 2015

Lebistes (Poecilia reticulata). Como ubicar un plantel inicial. Parte 3.

Retornando al principio.


En la Parte 1 de lebistes, te mencioné que los que gustan a los noveles aficionados son las libreas más comunes para nosotros. O sea, los llamados africanos, de cuerpo oscuro (azul o negro) y aleta caudal anaranjada o roja (puede tener líneas u otras marcas en negro). Y los llamados factor cobra a los que le dicen graciosamente Peñarol (cuerpo y aleta caudal en amarillo y negro, con dibujos que se asimilan a la piel de las cobras).
Me detengo en esta aclaración. 
Las libreas no están en google por esos nombres. Entonces, varios clientes-amigos me han preguntado al respecto, por otros medios.

En la Parte 2 te suministro algunos tips para reproducirlos en peceras comunitarias, perdiendo la mínima cantidad de alevines.



Criar lebistes es una tarea muy difícil.

Como repito siempre, cualquiera obtiene alevines de lebistes y los lleva a edad adulta. 
Pero no cualquiera obtiene alevines que se conviertan en buenos lebistes adultos. Esto último es extremadamente difícil.

Para criar buenos lebistes lo primero es elegir bien en qué variedad deseas trabajar. Luego, no te tientes de agregar otras variedades a tu pecera. ¡Sé fuerte! No deben importarte otras hermosas libreas que encuentres por allí.

Debes escoger cuál será el que persigas y dedicarte únicamente a él. Tu fidelidad será ampliamente compensada en algunas pocas generaciones. 

A ese lebistes elegido lo puedes criar en la pecera comunitaria, siguiendo algunas de las cosas que ya te expliqué en la Parte 2. Pero lo ideal es dedicar una pecera únicamente para él.



Lebistes de buena crianza pero sin selección.
Cruzas de P.reticulata con P.wingei,
en el salón de ventas de Multiconceptos, año 2014.



Inicio de una crianza responsable.

Si elegiste la variedad deseada, necesitas una pecera de 60 litros. Una de 40 litros podría ser igualmente buena, de principio.

Luego sueltas en ella tus lebistes. 

Es necesario que hayan, por ejemplo, cinco hembras para dos machos.
No insistas, si son lebistes buenos no te venderán esta proporción en ningún acuario. Tampoco te venderán hembras solas. Para tener cinco hembras debes comprar cinco casales, luego pasar a otra pecera tres de esos machos (o revenderlos o regalarlos), y dejar únicamente dos machos en tu pecera de cría.

¡Y ya tienes lo que se denomina plantel! Con él puedes dar inicio a la gran aventura que significa la crianza de buenos lebistes de selección. 



El plantel en su acuario.

El PH.

Lo ideal: un ph entre 6.5 y 7.5, o sea, en torno a neutro (ph 7). 
En Montevideo, el agua del grifo sale alrededor de 7.3 promedialmente, agregándole neutralizador de cloro resulta óptima. 
Este dato es contínuo en los últimos años, ya que por precaución, en Multiconceptos la medimos casi a diario, o sea, cada vez que la utilizamos, sea para lo que sea, y llevamos controles de estas mediciones.


La temperatura.

Temperatura: de 24º a 26º, en lo óptimo. 


El GH.

Conductividad: los fortalece el agua con conductividad, aunque no es imprescindible. 
Cuando un pez se vende tiene el GH propio del agua que viene por las tuberías.
Todos los comerciantes los entregamos así. Vendemos peces acostumbrados a esa agua, por temor a que puedan enfermar luego en su nuevo hogar.

Esto no significa que hayan sido criados en el agua con el gh que sale del grifo. 

El agua del grifo en Montevideo es blanda, llegando a veces a un GH de 5.8. El agua blanda no gusta a los lebistes. Se necesitaría un agua ideal, con un GH entre 14 y 17.



Explicando en forma fácil y cotidiana el tema del GH y la conductividad.

Los jabones y detergentes que usamos aquí, están preparados para el gh de nuestra agua.

Nos puede suceder que vamos de camping y usamos el mismo jabón para lavar un tacho en un arroyo. ¿Qué sucede? Enjabonamos algo y luego nos cuesta mucho enjuagarlo... ¿les ha pasado? Bueno, éso es porque el agua el blanda, o sea, con un GH muy bajo.

Veamos el caso contrario: Estamos en la playa, en el Este, y queremos lavar la mano de un niño, con jabón. Pasamos y pasamos jabón, pero la mano parece no estar enjabonada... ¿lo han experimentado? es porque el agua de mar es dura, con alta conductividad, con GH en 40 o más.



Mi experiencia personal con el GH.


Por necesidades laborales familiares viví, unos años, en la ciudad de San Ramón (Dpto. de Canelones). 
Me ponía rabiosa tratando de desengrasar los utensillos de cocina y gastaba mucho detergente. Era difícil.
En cambio, mis mollinesias y mis lebistes eran espectaculares.
Mis hijos eran pequeños, cambiaba pañales.

Pero a esa edad yo era pura energía.
Igualmente, continuaba afanosa mi trabajo acuarístico con dos grandes baterías de peceras.

Ni que hablar que al llegar a Montevideo fueron los peces lo primero que instalé. Se veían bien.

Luego, perdí gradualmente varias líneas de esos animales a los que había llegado con esfuerzo. ¡Qué desánimo!

Tenía claro que era debido al cambio de GH del agua. Y al tema yo aún no lo manejaba.

Era obvio que aquella agua dura era la que me permitía criar esos peces grandes y espectaculares. Pero no visualizaba bien el camino para arreglar el tema. 
O tal vez no tenía el tiempo necesario, con dos niños, para investigarlo. 
No había internet. 
Los hijos pequeños siempre son demandantes. Seguro que ustedes que han sido padres, me comprenden.



Nunca darse por vencido.

Como dije, retomé la tarea inmediatamente de haber llegado. En algunos casos desde cero. 
Perdiendo muchas veces. 
Mis reproductores habían muerto a poco de llegar. Y sus hijos criados para reproductores no progresaban según lo esperado. 
Finalmente perdí a la mayoría de ellos. 
Me costó lágrimas, fueron años de esfuerzo y, sobre todo, cariño hacia esa belleza de la que me sentía en parte hacedora.

Con el tiempo, reconstruí las líneas que pude. Y a algunas con éxito, a pesar de no acomodar el GH en forma adecuada. A otras de ellas, aún hoy las sigo procurando.

Lo importante es no darse nunca por vencido.

La derrota no existe. Existe la experiencia adquirida. Cuando algo falla, nos deja una enseñanza que podemos utilizar y, además, podemos transmitir a otros.



La conductividad y los ovovivíparos.


Hay teorías que afirman que los ovovivíparos (como Platys, Lebistes, Mollinesias y Espadas) en una etapa de su evolución fueron peces de agua salada.
De ahí que acepten agua ligeramente salada para mantenerse.
Y de ahí, también, que los mejore el agua dura, el agua con conductividad.



Como subir el GH fácilmente en el hogar, sin aparatos ni mediciones.


Lo he experimentado varias veces de la siguiente manera: Junto a la pecera de 60 litros en la que coloqué el que será mi plantel, pongo un recipiente con una cucharada sopera de sal marina.
Por favor, no uses sal industrial que es la que se vende normalmente en los acuarios. Por éso es tan barata. Usa sal marina sin aditivos, cristalizada. Yo la adquiero en una casa de alimentos naturistas.
Cada día (o cada cinco o seis horas), agregas un poco de la sal del recipiente. De modo que en menos de una semana esté toda allí adentro, en tu agua. 

Cuando sifoneas, si retiras una quinta parte del agua, disuelves el equivalente en sal, en el recipiente en el que tienes el agua de reposición, y así los mantienes siempre.

Solamente los sacas de esta agua medio salada, cuando separas animales para la venta. 
Y les bajas el contenido de sal en forma gradual, semanal, porque los lebistes son ampliamente tolerantes a variaciones de todo tipo, pero nunca toleran variaciones bruscas.

Un pez que se lleva al mercado comercial, debe estar siempre apto para la vida que le suministra el aficionado común. Debes aclimatarlo antes. Es una cuestión de conciencia. Caso contrario, estarán condenados a muerte, y éso no es lo que deseamos los criadores que amamos lo que hacemos, verdad?



Sin subir el gh del agua.


He obtenido hermosos ejemplares sin necesidad de subir el GH del agua. No es nada estrictamente necesario. Simplemente es una ayuda ante determinados casos.
La mayoría de los lebistes en venta en Multiconceptos, siempre nacieron y crecieron con el gh del agua de las cañerías.

Este tema es por demás importante. 

Hay mucho más para contar y deseo hacerlo.
Pero ya me excedí de los caracteres que se necesitan para el indexado, y aún no coloqué las fotos.

Te espero para seguir en la Parte 4 y luego en la Parte 5, que son la continuación más inmediata.

Si te interesa el tema, por favor, compártelo y/o dale Google+. Parece una tontería, pero es por lo que me guío para decidir sobre qué escribir cada vez.

Gracias por darme tu tiempo. Por compartir conmigo este momento.
Nos reencontramos en breve.


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