sábado, 26 de diciembre de 2015

Hypostomus commersoni nativa, Siluriforme familia Loricariidae.

Hypostomus commersoni nativa, Siluriforme de la familia Loricariidae. Se encuentra, a su vez, dentro de la Subfamilia Hipostominae, y del género Hypostomus.


Especie Hypostomus commersoni,
ejemplar de 20 cm, de Acuario Multiconceptos.

Llegando a este punto, los ejemplares que estoy viendo -y fotografiando- se asemejan a la especie Hypostomus commersoni, que por otra parte, es muy común dentro del territorio uruguayo. 
Fue evaluada en el 2008 (UICN) como especie sin peligro de supervivencia.
Recibió su nombre de zoólogo francés Achille Valenciennes, que la describió en 1836. 


La llaman también Vieja de vela,
por el desarrollo importante de su aleta dorsal.

A esta especie, junto a otras varias más, se las llama comúnmente en Uruguay: Viejas del agua.
También se le reconocen los nombres de: Vieja de vela, Vieja negra, Vieja de río, limpiavidrio, cascudo, pega pega. 

Y a éstos podemos sumarles aún otros nombres de origen guaraní.


El cuerpo de la Vieja del agua está cubierto enteramente
por plaquetas óseas.


Además de ser común en todo el territorio uruguayo, se la encuentra en varias regiones de Argentina, Paraguay y Brasil.
Es relativamente fácil verlas prendidas a piedras musgosas, alimentándose. Esta costumbre hace que se las encuentre a poca profundidad, donde justamente llegan los rayos solares.


La medida estándar del animal adulto anda en los 50 cm. Pero he tenido aquí ejemplares de paso, que llegaban a los 60 cm. Puede llegar a un peso en el entorno de los 2 kg. Igualmente, es una especie de acuario más que de cocina.




Se adapta fácilmente a vivir en un acuario. En la naturaleza se la encuentra en variadas condiciones, incluso sobrevive en pequeñas lagunas.

Es ideal para peceras con Carassius. Porque también los Carassius van creciendo con la edad. Esto minimiza el riesgo ante su boca grande.

Su adaptación es buena también en aguas de elevada temperatura, pero debido al porte que alcanza no se recomienda poner con cualquier pez. 


En lo que me es personal, he tenido buenos resultados colocándolas con cíclidos americanos: ellos también crecen. Y si crecen más que ellos, no atinan a morder las placas óseas del cuerpo de esta especie. 

Vive bien con Astronotus, por ejemplo. Nunca debe vivir con Discus, ya que ellos enfermarían ante la presencia de un animal grande con movimientos erráticos, a veces.

También vive bien con nuestra amplia variedad de Gymnogeophagus.

A diferencia de otros peces autóctonos, tolera la medicación, en caso de ser necesaria para todo el acuario. Seguramente ésto está relacionado con el hecho de que aún sobrevive en aguas contaminadas.


La boca es grande. Tiene dientes para raspar las piedras.
A veces también raspa madera de los troncos que contiene el acuario.


Es buena liberando de algas los estanques. En un acuario, acepta el alimento comercial con facilidad.

En Multiconceptos, cuando tenemos una Vieja grande en una pecera comunitaria, la acostumbramos a comer aparte del resto de los peces, para que no los asuste -y estrese- al arremeter contra la comida. 
Es cómico, porque cuando nos acercamos a alimentar, se coloca ella en primera fila, asomando la cabeza fuera del agua, con la boca abierta.
Le damos algo de alimento primero a ella, generalmente dentro de la boca para que no tenga que andar buscando. Y mientras traga, alimentamos a su espalda al resto de los peces.
Luego continuamos suministrándole a ella. Algunas veces bajan un poco -casi nada- para tragar, y vuelven a asomar la cabeza fuera del agua. Otras veces tragan con la cabeza aún afuera y quedan allí, pidiendo más.
No debemos suministrarles demasiado alimento, como sucede con la mayoría de los peces.
Tanto comen escamas grandes, como alimento granulado.
Dos comidas diarias en verano. Una sola en el invierno si la pecera no está calefaccionada. Con ésto, y lo que buscan de residuos y musgo, están bien.



Como otros miembros de la familia Loricariidae, pueden respirar directamente el oxígeno del aire.
Si en alguna oportunidad la vemos ingiriendo un pez, no debemos alarmarnos. 
Significa que el pez murió. Luego se ablandó y entonces ella comenzó a comérselo. No lo mató ella, ni siquiera lo pienses!

Es un excelente aporte en una pecera comunitaria. 
Te ayuda a mantenerla limpia.
No dudes en agregarla cuando el resto de la población lo permita.



Y me despido de ti hasta otra oportunidad.
Si te ha gustado el tema, recuérda hacérmelo saber con un comentario, un Google+ o compartiéndolo en Facebook, Twitter u otra red social.


Gracias por tu tiempo.
Hasta pronto.

Marilyn.



Recuerda que para ver los temas ya publicados, ordenados por grupos, puedes acceder a nuestro SUMARIO.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Teius oculatus: dificultades de su mantenimiento en cautiverio.

TEIUS OCULATUS: dificultades de su mantenimiento en cautiverio.
(Todas las fotos que incluimos son recientes. Fueron tomadas en el transcurso de esta semana que pasó.)


Dos Teius oculatus confraternizando.
Se llevan siempre bien entre ellos.
Esta foto, como todas las que mostraremos en este artículo,
fue tomada en esta semana.

En tres posteos anteriores nos dedicamos a hablar de nuestro proyecto de investigación sobre el Teius oculatus, conocido comunmente como lagartija verde de cuatro dedos.
Así ya hemos publicado:
Parte 1.
Parte 2.

Parte 3.

Quedó un espacio de tiempo sin que te diéramos noticias. Tuvo bastantes tropiezos este proyecto y nos desanimó en un principio.
Pero ahora ya nos sentimos más seguros y conformes con los logros obtenidos, que no fueron muchos, pero que sí costaron mucho esfuerzo.



Diciembre de 2014.


Durante el mes de diciembre de 2014, los 3 ejemplares que quedaban vivos no mostraban señales de engorde, pese a las grandes cantidades de cucarachas que tenían a su disposición.

Al alimento que recomiendan sus captores y comercializadores: trozos pequeños de carne cruda, no lo tocan.
El otro alimento que recomiendan, son lombrices de tierra comunes. Pero tampoco se interesaban por ellas. Si bien las perdí de vista cuando las puse, fueron solamente cuatro y cada tanto veo alguna.



El párpado móvil es el inferior.
Aquí está tomando luz.


Buscando la información que se puede.


En Google no existen temas referidos a detalles de Teius oculatus, más que unas leves descripciones físicas.
Así que leí sobre otras lagartijas.
Leí sobre muchas otras, de diferentes variedades. Si algo tienen todas en común, es que solamente aceptan alimento vivo. Son cazadoras. Disfrutan de las moscas.



Están tres de ellas tomando luz.
Se ven claramente dos entradas a las cuevas.


¡Entonces moscas!


No fue tema fácil capturar algunas moscas: en primer lugar, aquí, en el Centro de la ciudad, no son abundantes. 

Cuando hace frío es imposible encontrarlas.
Y capturarlas vivas era complicado. Ideamos algunas trampas pero todas fracasaron.


Las pocas moscas capturadas resultaron insuficientes.

Además, disparaban de los Teius y se instalaban en el techo. 

Por deducción, pensamos que había que cortarles un ala, para que no volaran. 

Esto que cuento rápido fueron muchos días tortuosos.


Como alternativa, probé de ponerles tubifex vivo y no lo comían. También probé con una pequeña madrecita en el agua, no se interesaban.

Así seguían las tres sin ganar corpulencia.

Una de ellas, incluso, se notaba que estaba perdiendo peso.



Este es el ejemplar que está menos colorido.
Pero se alimenta bien y está activo.


Otra muerte en marzo 2015.


El proceso de su muerte.

Primero les sobra piel, principalmente a la altura del vientre, como si sus vestimentas les quedaran grandes. Cada vez les sobra más. En esta etapa, comprobé después, es fácil recuperarlas.



Luego, esa piel comienza a achicarse y ella a quedar sumamente delgada, chupada, enjuta. 

Además, se vuelve apática. 
No sale casi de la cueva.
Se interesa poco y nada por capturar alimento. En esta etapa, aún no hemos logrado recuperarlas.


Última etapa: Perdida total del color, y muerte. 


Aquí cuento que ninguna murió en la cueva. 

Todas salieron y murieron junto al tacho del agua o dentro de él. 
Al morir se dieron vuelta para quedar con las patas hacia arriba.


Esta tiene mejor color que la anterior.
Pero ambas tienen la cara, o al menos la frente, en color gris.


Dos nuevas integrantes del grupo.


Al haber perdido dos ejemplares, trajimos otros dos más, para que siguieran siendo cuatro.


Eran de menor talla que las que ya teníamos. Seguramente eran también de menor edad.

En cuanto salieron de su recipiente corrieron a las cuevas ya existentes y tardaron varios días en dejarse ver.



Este es el único ejemplar con el rostro o nariz o frente, en buen color verde.
También es el de mayor tamaño.


Mes de mayo.


Uno de los Teius recién llegados había adelgazado mucho. Y también uno de los que ya teníamos. Los otros dos estaban con mejor aspecto.

La rescatista de aves Serenella Vico, amiga nuestra y entendida en animales nativos, encontró que la temperatura del terrario estaba baja.

Esto ocasionaba, nos dijo, que sus cuerpos estuvieran demasiado fríos y no se sintieran atraídas por el alimento.


Así que elevamos la temperatura de 18º (les dejábamos tener un breve invierno) a 24º.

Que ése podría ser el motivo.




El Teius oculatus de cabeza entera verde (atrás),
siempre está acompañado,
haciendo contacto físico con el otro, que creo que sea siempre el mismo
aunque no estoy segura.



Junio 2015.


El cambio de temperatura no actuó como ansiábamos. Las que estaban mal siguieron achicándose. 

Nos visitó el Dr. en Veterinaria Ernesto Varela. Nos dio una interesante sugerencia: que las cucarachas pisaran miel y luego las pasáramos por vitaminas en polvo. Y recién ahí, convertidas en milanesas con movimiento, las colocáramos en el terrario.

De principio se comieron las cucarachas y ésto las ayudó a reponerse, a las dos que estaban mejorcitas.
Las otras dos, las delgadas, fueron casi indiferentes a los mencionados insectos.


El primer problema fue que a las cucarachas también se les adhería la arena del terrario. Por deducción, llego a que ésto no favorecía que las comieran: duraban más, su consumo era más lento. Pero podría ser que comían menos porque obtenían un alimento mayor cada vez, por las vitaminas.

El segundo problema surgió en el aspecto de la continencia dentro del terrario. 
7 cm del borde superior del terrario está untado con vaselina, para que patinaran y no pudieran escapar. Pero con la miel y el pegote de vitaminas y arena, lograban huir.

No necesito contar que, cuando quisimos acordar, teníamos cucarachitas corriendo por todo el salón de ventas.


El bebedero se nota sanguinoliento por un nuevo intento de
que se interesaran por el tubifex.


Agosto 2015.


Perdimos a las dos que estaban delgadas, siguiendo el mismo derrotero que mencionamos antes. Ya imaginábamos su irremediable fin porque no las podíamos hacer comer.

Vale decir que manteníamos una de las primeras que llegaron el 31 de octubre del 2014 y una de las juveniles llegadas en abril 2015.


Deseábamos volver a completar las cuatro que optamos como cantidad para la observación. Pero preferimos esperar a que subieran las temperaturas.

Decidimos que a las otras dos las traeríamos recién para octubre.


Las dos que quedaban, que parecían estar bien, salían poco. ¿Era el frío? Estaban a 24º. Subimos a 25º. No hubieron cambios.

Y si no era el frío... ¿era que también ellas estaban desnutridas?


Leí que en todas las lagartijas existe un cortejo amoroso extenso
y complicado.
¿Será ésto?



Mes de octubre.


Llegaron los dos nuevos ejemplares, que nos dijeron que eran hembras ¿?

Intercambiando ideas con un proveedor de otro rubro, nos sugirió que pusiéramos cáscaras de banana. Así iban a tener Drosophilas (mosca de la fruta) para comer. 

Nos pareció algo viable por lo sencillo. Lo pusimos en práctica ese mismo día.


Esto que parece tener poca variación, demoró horas.
Eran como las cuatro de la mañana cuando no me di cuenta
y me quedé dormida.


Hoy, diciembre 2015.


Hemos tenido que aumentar la cantidad de cáscaras de banana.
Están devorando felices las mosquitas. Y por supuesto, continúan con las pequeñas cucarachas.
Pero los que comen mejor son los dos últimos en llegar. Los otros, los anteriores, se dejan ver menos. 

Igual están comiendo, aclaro, pero no con el dinamismo de los que llegaron en octubre.

Las mosquitas las motivan. Se pasan todo el tiempo alrededor de las cáscaras de las bananas.



¡Tranquilo! No está decapitado.
Está cazando mosquitas entre las cáscaras de las bananas.

Redondeando por hoy el tema, te digo que de lo poco que hay disponible para leer, de este lindo saurio uruguayo, no se logran sacar informaciones veraces.

Por ejemplo, sí pueden ser comedores estacionales. No tengo elementos para desmentirlo.

Pero no comen vegetales.

Luego de leerlo, lo puse como hipótesis. Y un poco lo creí, al ver que las plantas morían. Supuse que mordisqueaban sus tallos.
Las plantas morían -seguramente- por la rotura de raíces, a causa de la pequeña red de cavernas que cavaron en la arena.



Parece que aquí hay afecto, verdad?

La persona que me las vendió, me dijo que las hembras tenían tonos de azul a los lados.
Los tonos de azul están presentes, en las laterales del animal que es color verde más intenso, con frente también verde. 
Ese animal tiene conducta más de macho que de hembra. Además, me daba cierta desconfianza porque entre los peces y las aves, siempre los mejores colores son para los machos. ¿Sería diferente en estas lagartijas?

Debemos seguir estudiándolo, pero creo -como dije antes, por el comportamiento- que el verde intenso con laterales azules, es un macho.Espero que el tema te haya interesado. De ser así, por favor comunícamelo con un comentario, o dándole Google+ o compartiéndolo en facebook, Twitter o la red social que utilices.


Te agradezco que me acompañaras hasta aquí.

Te deseo paz y felicidad
Marilyn.




Recuerda que para ver los temas ya publicados, ordenados por grupos, puedes acceder a nuestro SUMARIO.